Este año ya nos toca la tan temida
unificación. Véase: Se cogen a los niños y niñas de las tres aulas, se mezclan de forma no aleatoria y se generan otras tres aulas con un poco de aquí y un poco de allá.
En nuestros tiempos no existían estas cosas. Si eras de la C, de la C para siempre. Y la verdad que por más que me lo explican, no lo entiendo.
Dicen que para que los niños se abran y tengan nuevas amistades. Entre los del cole, los de natación, baile, pintura, primos, los de la plaza, los amigos de los hermanos y los amigos de los amigos ¿no tienen bastante?
Dicen que para romper rencillas y problemas que pueda haber en clase. ¿hay problemas en clase? y si no los hay ¿qué sentido tiene?
En este mundo tan individualizado en que vivimos (apenas conoces al vecino), más bien habría que cuidar las amistades, fomentar lazos de unión, vínculos, que con el tiempo, van más allá que un simple compañerismo.
Nos cuentan que se verán en el patio, que las verdaderas amistades no se pierden con la distancia, que agrandaran su círculo de amistad. Bien sabemos que la vida no es así.
Pero parece que hay miedo. Miedo a la unión, miedo a las masas. Cualquier tipo de colaboracionismo, colectivo, asociacionismo, se intenta descreditar y romper.Y así estamos viendo día a día como se intenta enfrentar a colectivos que deberían colaborar como, profesores y padres, funcionarios y trabajadores de empresas privadas, parados y empleados, inmigrantes y españoles, payos y gitanos. Y se desacreditan ONGs, asociaciones de barrio, colectivos como 15M, grupos de vecinos que persiguen un bien común.
¿Por qué no dejar que un grupo de alumnos que han creado unos vínculos de unión sigan reforzandolos como un gran equipo que son?
Ya lo decían los antiguos: - Divide y vencerás -
Y tú, ¿qué opinas?
David Sánchez